viernes, agosto 22
Cuando ella no está Silvestre mete a Soledad en un zapato azul y se va a caminar; su zancada es rápida pero reposada, es una garza, es un gorrión, Silvestre piensa en ella, en el vacío de ella, en la sombra de ella, en ella en una copa de cristal, y Silvestre es un anciano demente, un soñador decadente, un pobre adolescente.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario